Lo principal no es el espionaje, es la impunidad.
No se puede justificar lo injustificable: Espiar, es decir, intervenir comunicaciones privadas, sea por parte de un particular o de una autoridad —y en el caso de ésta última, sin control judicial , debidamente fundado y motivado—, es un crimen, (tal como lo establece el artículo 167, fracción VI del Código Penal Federal). Respecto a lo revelado por el New York Times hace tres días, lo principal no es el espionaje, es la impunidad, que ha creado una crisis generalizada de confianza. El artículo 16 constitucional, párrafo 12 y siguientes es claro al establecer que “las comunicaciones privadas son inviolables (…) [1] .” Y la excepción que se prevé en el mismo artículo, es llevando a cabo una solicitud a la Justicia Federal para poder hacer una intervención a las mismas. Es decir, se trata de un control judicial —no un control legislativo, ni un control democrático directo—. Y esto es así, porque las intervenciones de comunicaciones se justifican por razón de seguridad y justicia —ú...