Crisis de gobernanza #Guerrero

Carrera de fondo, no de velocidad


Recuperar Territorio: Carrera de Fondo, no de velocidad

—En seguridad, urge una política de Estado,

con visión de Estado, no planes sexenales o trienales—


Rodrigo Soto-Morales

Twitter: @rsotomorales


Sin duda recuperar el territorio a manos del Narco o del Crimen Organizado es una tarea transexenal. Tanto  en temas de Seguridad de Pública como en temas de Seguridad Nacional —temas relacionados pero distintos en su objetivo así como en su implementación estratégica, táctica como operativa—, urge que en México, las políticas públicas, los planes nacionales y locales de acción sean transexenales, colaborativos y coordinados. Si bien no somos una República Centralista como Francia, su ejemplo de “Libro Blanco en temas de Seguridad Nacional” es paradigmático. Se trata del Libro Blanco de la Defensa y Seguridad Nacional de Francia 2013, en el que se establece un análisis estratégico para los próximos quince años. Sí, leyó bien, quince  años.


Sólo por darnos una idea, a continuación cito los puntos 2 y 3 de este documento:


La principal innovación de este Libro con respecto al anterior es que abarca de forma global nuestros intereses de seguridad, sin limitarlos exclusivamente a cuestiones de defensa. Define una estrategia de seguridad nacional que aporta respuestas al “conjunto de los riesgos y amenazas que puedan vulnerar la

vida de la nación”. El campo de la seguridad nacional incluye la política de defensa, pero no se limita a ella. Para garantizar mejor la defensa de los intereses de Francia y las misiones de protección de su población, la política de seguridad interior –para todo lo que no depende de la seguridad individual de las

personas y de los bienes o del mantenimiento del orden– y la política de seguridad civil están al servicio de la estrategia de seguridad nacional. Otras políticas, como la política exterior y la política económica, también contribuyen de forma directa a la seguridad nacional.


La estrategia de seguridad nacional se articula en torno a cinco funciones estratégicas que las fuerzas de defensa y de seguridad deben dominar:


conocimiento y anticipación, prevención, disuasión, protección e intervención. La combinación de estas cinco funciones debe ser flexible y poder evolucionar con el tiempo, adaptándose a las modificaciones del entorno estratégico. Por consiguiente, el Libro Blanco se actualizará de forma regular, antes de cada nueva ley de programación militar y de seguridad interior.



México no es una República Centralista administrativamente hablando como Francia —aunque es innegable el crecimiento de una dependencia cada vez “centralizada” de las entidades federativas haca la Federación—, a pesar que la dogmática constitucional de nuestro país establece lo contrario. Las labores de Seguridad pública, son responsabilidad, primeramente, del Municipio, designado constitucionalmente como la base de la división territorial y organización política y administrativa de nuestro país que además tiene a cargo la labor de seguridad pública, en los términos del artículo 21 de esta Constitución, así como la policía preventiva municipal y tránsito. Sin embargo, urge plantear ya —en el tema de Seguridad pública y Seguridad Nacional— una política de Estado, como lo es el Libro Blanco Francés de 2013.


En este proceso electoral, los estados de Jalisco; Guanajuato, Morelos, Veracruz, Chiapas y Tabasco renovarán gubernaturas y administraciones municipales. Y ante la situación es lógico preguntarse: la violencia que se ha incrementado en dichos estado: ¿Qué panorama? ¿Qué les espera dichos territorios? ¿Cuál es el reto de los próximos gobernantes en los mismos?


Sin duda alguna, no hay estrategia que sea buena si no responde a un enfoque dirigido a fortalecer a los cuerpos de policía locales: es decir, municipal y estatal.  Para ello habría que lograr el destino eficaz de presupuesto para poder lograr el reclutamiento de personal que pase los controles de confianza. Este es quizá el primer problema. Que es de factor humano.


De igual forma: la planeación estratégica debe contemplar los tres niveles: —De abajo hacia arriba—: operativo, táctico y estratégico. Y en cada nivel hacer la evaluación FODA (Fuerzas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas), según las características geográficas, socioeconómicas, socioculturales y etnográficas de cada Entidad Federativa. Clasificarlas por orden de urgencia e importancia y escalonar los objetivos. Buscando que dicha planeación pueda tener rasgos trans-trienales y trans-sexenales. El crimen organizado es ya un fenómeno sociocultural, que no sólo responde a patrones de pobreza. Es por ello que los planes deben ejecutarse más allá de los cambios de administración.


Guanajuato podría ser el que menos problemas de presupuesto tenga. Y debe buscar blindar sus fronteras con Michoacán y Jalisco, para evitar flujos y “efecto cucaracha”, —que seguro se dará si se acomete de forma contundente el casos que hoy en día vive Jalisco ante la escisión del Cártel de Jalisco Nueva Generación.


Tabasco: Según una nota del 26 de febrero de 2018 en El Universal, Alcanzado el registro histórico más alto de los últimos 21 años en las tasas por 100 mil habitantes de homicidio culposo (20.56), robo a negocio (230.12) y robo de vehículo (225.18), superando el promedio nacional 59.98%, 204.54% y 48.82% respectivamente.


De los doce delitos analizados, once se ubican en las primeras diez posiciones, únicamente el homicidio doloso permanece con tasa inferior a la del país, lo cual no representa tranquilidad pues al comparar los dos últimos años los homicidios intencionales cometidos con arma de fuego se incrementaron 118.95%.


Esto nos indica que el control de armas y la detección y rastreo de sus canales y formas de compra-venta y distribución es un tema prioritario. Para ello se requiere invertir en trabajo de inteligencia y por lo delicado que resulta, debe hacerse de una manera lenta y discreta, y en tres años, no sería posible asestar golpes significativos. A veces las estrategias de seguridad no deben seguir los “los tiempos y movimientos” de la democracia.


Chiapas:  El tema es sumamente complicado por su geografía y su etnografía. Inteligencia, tecnología y por tanto mucho presupuesto, se requieren para según la zona, se cuente con la adaptación, agilidad y fuerza necesaria para prevenir y enfrentar los riesgo y amenazas. De la misma forma, la visión correcta —en mi opinión— es pensar a mediano y largo plazo.


En todos los casos —en mi opinión— la estrategia debe tener como ejes tres elementos: 1) Policía capaz y eficiente; 2) Sistema de justicia efectivo y 3) Atención y consideración de la víctima.


En pocas palabras: el tema de seguridad debe atenderse desde las competencias naturales y fortaleciendo siempre a las policías locales. La inconsistencia, los cambios sexenales y trienales de modelo, la inmadurez política que lleva a considerar que todo lo hecho por otra administración está mal es lo que —en éste y otros temas no tiene en crisis y fracasos continuos—.


En pocas palabras: Necesitamos una nueva visión financiera del presupuesto de egresos: Hay que dedicar más dinero al tema y ser más acuciosos en su ejercicio.


Sabemos que el año 2017 fue el más violento de la historia mexicana reciente, y como bien lo señala Romain Le Cour Grandmaison  —investigador asociado de México Evalúa y co-director de Noria Research—, en su documento titulado Rediseñar la estrategia de seguridad pública desde lo local, lo que se necesita es “un cambio de paradigma en el diseño de la estrategia [...], dirigido a darle prioridad a la escala local de análisis, así como a la capacitación y el empoderamiento de las fuerzas locales de policía, la coordinación entre los tres niveles de fuerzas civiles, así como el fortalecimiento de las instituciones públicas de seguridad. Al enfocarnos en las dinámicas locales de seguridad y violencia, podremos llegar a nuevas estrategias basadas en datos empíricos finos, que se pueden monitorear y evaluar, como, por ejemplo, la implementación de una política de desarme. Esto requiere realizar esfuerzos mayores desde el inicio del próximo sexenio, así como favorecer el seguimiento de las etapas de diagnóstico, implementación y monitoreo”.


No se vale quejarse y controvertir la Ley de Seguridad Interior sin antes presentar resultados en esto, pues de otra manera, la manzana podría contaminar a las demás. Esto es una carrera de fondo, no de velocidad. Y no basta correr, hay que pensar cómo y hacia dónde.





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